A pesar de que no lo deseabamos, habia llegado el último dia de visita. Nos fuimos hacia la zona de Ladugardsgaret, que pertenece a Ostermalm, Nuestra idea era llegar hasta la enorme torre de telecomunicaciones Kaknastornet, de 72 m, que se encontraba en una inmensa zona natural. Esta torre el lo alto tenia un mirador al que se podía subir, desde donde se divisaba todo Estocolmo, aunque al ir con el coche del niño nos fue imposible.
Tras la visita de la torre, seguimos paseando por la zona, la cual estaba llena de senderos perfectos para pasear y hacer deporte, la verdad es que era un paraje precioso, con su lago, incluso con un palacio que nos encontramos. Siguiendo por esta zona llegamos hasta la isla de Djurgarden, desde donde pudimos ver a dos trasatlánticos zarpando del puerto. Para acabar junto al museo vasa estuvimos visitando por dentro un barco rompehielos, la verdad es que la visita fue curiosa.
Desde aquí al igual que el día anterior nos fuimos hasta el centro dando un paseo por strandvagen e intentando retener lo máximo en nuestras memoria, ya que al dia siguiente cogiamos el vuelo de vuelta.
Como despedida, comentar que Estocolmo es un destino totalmente recomendable, bien por su belleza, por el ambiente, por su luz en verano, así como por la amabilidad de la gente, la cual en más de una ocasión nos ofrecido su ayuda sin nosotros pedírsela.
Así que si podéis no dejéis de hacer esta visita